lunes, 2 de abril de 2012

EN EL CORAZÓN DE LA CIUDAD LEVÍTICA (Baltasar Magro) 01

     Me quedan ciento y pico páginas para terminar, pero tenía que escribir sobre Ramón Benavides, miembro del cabildo catedralicio y guardián y custodio del archivo. Me recuerda a el monje de El Monje: Ambrosio. Quitándole el romanticismo gótico que tiene la novela de M.G.Lewis, quedándome con la realidad de la persona. Lo oscuro.
     El Monje es un libro donde se exageran algunos aspectos de la vida española y mezcla leyenda y realidad, con imaginería popular europea. Pero el alma de El Monje y su usos y costumbres, aparecen en Benavides contados de un modo más real; de nuevo BM nos traslada a una época de forma creíble, mezclando personajes reales con otros actores de los cuales desconocemos sus nombres porque La Historia a éstos los ignora, aun siendo imprescindibles los unos como los otros. Así, se mueven como figuras de plomo en una maravillosa maqueta del Toledo del XVIII, los ilustres Casanova, Luis fernández de Córdova o la condesa de Montijo, junto a los creados por BM: la despierta posadera doña Adela, el majo Sebas (así me lo iamgino yo, igual que aquellos que pintara Goya en sus tapices formando parte de escenas costumbristas) o el jovial secretario del arzobispo-primado de las Españas, Rodrigo Nodal.

     Hay muchos personajes mucho más atrayentes que el taimado guardián del archivo, pero es que he visto a Ambrosio en Ramón Benavides, su espíritu, su esencia, lo que significaba en los entramados de poder, en su oscuridad, su maquiavelismo,la pasta de la que están hechos.

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